jueves, 29 de julio de 2010

Digamos si

Tengo un punto hacia donde ver, es decir, no tengo ninguna duda de hacia donde me dirijo.
Resulta ser que el último año de mi vida ha sido un ir y venir, un conocer y sorprender, una ilusión y desilusión, un amor y un desamor, respirar y estresar.

Así es cuando vives en una de las ciudades más grandes del mundo y cresiste en provincia, es un gran cambio que acaba por hacerse cotidiano.

Pero para ser franca, he llegado a un punto donde no se a donde pertenesco: Durango o DF.

En el ir y venir de las cosas me pierdo y todo el estres que envuelve a esta ciudad me contamina, la corriente me arrastra a consecuencias de mis desiciones que son tomadas al calor del momento.

No me arrepiento de nada, el crecimiento espiritual es bastante comparado con lo tenia hace apenas un año y medio.

En fin, solo quiero decir que me siento feliz de estar de vuelta en el blog... Aloha DF!!!