miércoles, 1 de febrero de 2012

El regalo del amor.

¿Que se necesita para enamorarse?

Un hombre supongo, al menos en mi caso, y después vendrían una serie de características que lo harían mucho más atractivo desde mi ángulo. Pero el otro día que leía un libro me dí cuenta que el amor es como un regalo.

Si un regalo de esos que vienen en una caja envuelta con un papel especial y un moño coronando la figura. El regalo puede contener muchas cosas, en mi caso el ideal seria un hombre guapo, inteligente, sociable, honesto a morir pero sumamente dulce y tierno conmigo y que con solo verlo me haga sonreír.

El otro día conocí un hombre. Era como leer un libro donde te escribía tu hombre ideal , ahí mismo, y las frases que siempre imaginaste que serían la respuesta correcta ahí estaban plasmadas, solo para ti.
Recordé el libro por que de él se hizo una película, la cual no llegue a ver hasta que termine de leer el libro.

Mientras lo leía, este, al igual que el hombre que conocí, me llevo a lo máximo de la imaginación y con ello me ilusioné...  mi cabeza no paro de imaginar cada uno de los detalles que aún no conocía de este hombre, mi cabeza fue la culpable supongo.

Hago la comparación con el regalo por que en el paquete venía un hombre sumamente tierno, agradable en la plática, no un erudito pero se dejaba ver que era inteligente, lo cual me indicó que no le costaba relacionarse por la soltura de sus palabras.

Pero el libro llegó a su fin, y mi curiosidad me llevó a que mis ojos querían descubrir la película, descubrir por fin la forma de aquel regalo que contenía lo ideal para mi. Mi desilusión fue instantánea.
Ni la película me satisfizo, mucho menos la apariencia del regalo que tanto anhele.


Muchas personas dijeron que me enamoré, pero cuando dicen eso siempre viene a mi aquella frase de  un escritor famoso, "No puedes amar lo que no conoces", y comprendo que solo fue mi mente desarrollando una historia que aún no existía... mi mente, mi mejor aliada pero también mi peor enemiga.

Después de eso solo pude concluir que en el regalo del amor, es inevitable fijarse en la envoltura, al fin y al cabo te enamoras de un todo, no solo del interior, como dicen algunos, y eso no te hace superficial solo es que ese regalo no llena tus espectativas y es igualmente proporcional a si encuentras un regalo excepcionalmente bonito por fuera pero no tiene lo que quieres por dentro.

miércoles, 18 de enero de 2012

Hipocondriacos del corazón!

Son las 2 de la tarde aproximadamente, aún día, aún de noche no puedo dejar de pensar en ti.
Cuando somos pequeños, a la edad  de 8 años aproximadamente, es cuando creamos en nuestra mente a lo que será nuestra pareja ideal. El mapa del amor, como yo decidí nombrarlo, lo basamos en lo que hemos visto de nuestros padres, en la escuela y en si de la sociedad que nos rodea en esta etapa de nuestra vida.

A la edad adulta, cuando vemos a la persona que llena con todas las características elegidas desde los 8 años, nuestro cerebro empieza a mandar señales a nuestro cuerpo para que reconoscamos al amor de nuestras vidas. Aunque científicamente solo sea un proceso para perpetuar la especie humana.

¿Cuales impulsos? ya sabes esos que solo pensamos que sienten los adolecentes, ansiedad (mariposas en el estómago) nerviosismo, insomnio, distracción (típico que te dicen que andas en la luna), y ese placer mezclado con sufrimiento que solo puede nacer cuando estamos en la etapa del enamoramiento, el placer de saber que esa persona también está sintiendo lo mismo que tu, y el sufrimiento ante cualquier cosa que la pueda alejar de tu lado o incluso de tu pensamiento, celos.

La mayoría de nosotros nos sentimos incapaces de caer en las garras de este sentimiento, pero si bien no es voluntario, tampoco debes ceder tan fácilmente al primer hombre o mujer  con el que te lata el corazón, podría ser una taquicardia, un fallo del corazón.

¿Como saber cuando ese sentimiento es solo una complicación de tu corazón? ¿Como saber si es real y no solo te estás enfermando crónicamente? ¿La soledad puede llegar a hacernos hipocondriacos y llegar a pensar que en vez de enfermedad estamos cayendo en las garras del amor?

Aún no lo sé.